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sábado, 18 de septiembre de 2021

TIEMPO DE VIAJES

Tres españoles (Alonso, Andrés y Álvar) y un subsahariano (Esteban) han sido hallados hambrientos y semidesnudos en la región de Culiacán (México). Ellos habían salido de Sanlúcar de Barrameda (Cádiz, España) rumbo a Florida (USA). A ellos se les daba por muertos, ya que formaban parte de aquellos trescientos españoles que desembarcaron en Florida y de los que durante ocho años no se había vuelto a tener noticia. Estos únicos cuatro sobrevivientes confirmaron lo que se temía: que todos los demás habían muerto, ahogados, asesinados o por enfermedades, hambre y penurias. Las autoridades locales han tomado medidas para que se recuperen y sean repatriados a España. 
El relato de este desgraciado viaje es rigurosamente cierto. Es lo que ocurrió a la expedición encabezada por Pánfilo de Narváez, que creyó que encontraría riquezas en Florida, pero encontró un atroz destino para él y todos los que le siguieron. Zarparon de España en 1527, desembarcaron en Florida en 1528 y solo cuatro regresaron para contarlo en 1537. 
Nosotros, los Ulises modernos, solo tenemos que lidiar con los gigantes de las aerolíneas o tour operadores, con taxistas ladinos y menú sorpresa, con las mil cabezas de los permisos y restricciones COVID, y controlando siempre el miedo a perder la tarjeta, el pasaporte, o quedarte sin batería o conexión. ¡Por lo menos no nos disparan flechas envenenadas! 
Detalle de una ilustración de la Carta Marina de Olaus Magnus, c. 1544.

 
El siglo XVI fue la era de los grandes viajes y los grandes descubrimientos, cuando por fin el ser humano pudo empezar a ver el mundo tal como era, cuando por fin ya no había que recurrir a elucubraciones filosóficas o teológicas sino que tenías el vivo relato de un portugués, español, francés o inglés que no solo te relataba las nuevas tierras, mares y pueblos que había conocido en el otro hemisferio, sino que traían plantas y animales nunca vistos ni imaginados. Y tras la revolución psicológica, social y económica que supuso el Nuevo Mundo, también empezó a gestarse una revolución en el campo de las Ciencias Naturales, especialmente en el campo de la Botánica y Zoología. Junto con exploradores, soldados y frailes, también viajaron algunos espíritus científicos que anhelaban descubrir y catalogar las nuevas plantas y sus propiedades, como por ejemplo el médico español Francisco Hernández († 1587) que durante tres años recorrió México y observó y catalogó centenares de aves y plantas desconocidas en Europa. 
Toda esta eclosión de novedades y expectativas fue acompañada y avivada por un invento reciente: la imprenta y el negocio editorial. Durante el s. XV se imprimió principalmente obras teológicas y textos clásicos, pero con el descubrimiento del Nuevo Mundo los impresores hallaron un rico filón. Primero fueron los cuadernos de viaje de los marineros (así sabemos día a día las peripecias de los viajes de Colón y Magallanes) y con ellos los primeros mapas. Luego fueron los relatos de las exploraciones (así sabemos, por ejemplo, el desgraciado destino de la expedición de Pánfilo de Narváez). Luego el relato de las conquistas (por ejemplo el que redactó Bernal Díaz del Castillo que participó en la conquista de México). Luego vinieron los que intentaron hacer una síntesis y ofrecer una descripción general del Nuevo Mundo, de sus tierras, gentes, ciudades, animales y plantas exóticas. Es curioso que la mayoría de estas obras fueron escritas por autores que nunca salieron de Europa: son famosos los españoles Francisco López de Gómara (Historia general de las Indias) y Gonzalo Fernández de Oviedo (Historia general y natural de las Indias) que sí estuvo muchos años en Centroamérica, y los italianos Pedro Mártir de Anglería (De Orbe Novo decades) y Giovanni Botero (Le relazioni universali). 
También comenzó a hacerse publicaciones sobre diferentes campos de las ciencias, y entonces muchos volvieron los ojos hacia la última gran enciclopedia de Ciencias Naturales que se había publicado en Occidente: la "Historia natural" de Plinio el Viejo († 79), de la cual comienzan a aparecer traducciones en todas las lenguas. La primera traducción al castellano la realizó el antes citado Francisco Hernández, pero su trabajo quedó inédito e incógnito. 
Ilustración de la obra de Gerónimo de Huerta

 
Distinta suerte tuvo el médico Gerónimo de Huerta († c. 1645), pues su traducción de los libros 7 - 8 (Madrid 1599) fue acogida con tal entusiasmo que pronto publicó el libro 9 (Madrid 1603) y finalmente la obra entera en dos tomos (Madrid 1624 y 1629). Gerónimo de Huerta tuvo el acierto de no limitarse a la traducción sino que añadió numerosos escolios explicando o ampliando el texto de Plinio, y con frecuencia concordando o rectificándolo con los dogmas católicos. 
Aunque Huerta escribe en castellano, he decidido publicar en mi página web un pequeño fragmento de su obra (su Anotación al libro 6, cap. 34), por una razón principalmente: para llamar la atención al lector sobre toda la abundante y curiosa literatura sobre el Nuevo Mundo (viajes, geografía, mapas, descripción de pueblos, costumbres, animales, plantas, etc). Esta clase de literatura se escribió en todas las lenguas, pero principalmente en castellano, ya que España tuvo un gran papel en esta época de exploración y colonización. Y el hecho que esté escrito en castellano antiguo es una segunda razón, pues la mayoría cree que las lenguas son algo monolítico e inmutable. Ni el gallo sale del huevo con cresta, cola y cantando, ni el castellano de hoy es el mismo de hace 5 siglos. Para los que nos gusta pasear por el jardín de las palabras es interesante observar las diferencias ortográficas y rescatar muchas palabras en desuso. Además, aunque es cierto que la obra de Huerta no destaca en originalidad ni brillo literario, sin embargo en la Anotación, que he transcrito, presenta un interesante resumen sobre el Nuevo Mundo que espero despierte el interés por conocer más, zambulléndose en los libros, y ¿por qué no? también viajando a los lugares que describe. Sobre todo antes que desaparezcan: oprime el corazón cuando describe la inmensa laguna de Cuitzeo (Michoacán, México) y actualmente sabemos que está a punto de desaparecer, o pueblos que una vez florecieron y hoy son cuatro calles polvorientas que cuesta mucho ubicarlos en el mapa. 
Mapamundi en la obra de Gerónimo de Huerta

El fragmento seleccionado puede leerse completo en este enlace. Aquí pongo una breve sección con algunas adaptaciones para el formato de blog. 
 
 
Gerónimo de Huerta, Historia natural de Cayo Plinio Segundo, traducida y ampliada con escolios y anotaciones, Madrid 1624, tomo 1. 
 
[p. 233-234] Florida 
85. La Florida, llamada assi por auerse descubierto dia de Pascua Florida, està en veinte y cinco grados; tiene veinte leguas de largo; es su gente belicosa y ligera, andan casi desnudos, excepto los nobles que [p. 234] se visten de pieles de martas. 
86. Tienen abundancia de cieruos, de los quales ay tres diferencias; y una generacion de vacas [= bisontes] tan grandes como cauallos, con vna giba en el lomo, como camellos. 
87. En esta costa estan tres presidios del rey, que son: Santiago [= en Sisal, Yucatán, México], San Agustin [= en la ciudad homónima en Florida, USA] y San Felipe [= ruinas cerca de Charleston, Carolina del Sur, USA]. 
88. Desde La Florida a Iucatan, que es otro promontorio que sale hazia el norte, ay nouecientas leguas de costa, y mientras mas va entrando en el mar, mas se ensancha con dos cabeças, que a la septentrional llaman Cabeça Roxa, y a la meridional, Cote. 
89. Eran sus naturales valientes y ligeros, vsaban arcos (como todos los indianos) y rodelas, y hastas de madera con puntas de piedra o huesso, y coraças de algodon. Sacrificauan a los enemigos que cautiuauan, teñianse de negro el rostro y cuerpo; adorauan la cruz y vsauan la circuncision. Es tierra pobre de oro y plata, pero rica de carnes, frutas, miel, cera y aues. 
90. Tiene a sesenta leguas la isla de Cuba, hazia el oriente, que casi cierra el golfo que ay entre La Florida y Iucatan, llamado de vnos Golfo Mexicano, de otros Florido, y de otros Cortes. Entra la mar en este golfo por entre Iucatan y Cuba, y sale por entre Cuba y La Florida, y nunca es al contrario. 
 
[p. 235] Michoacán 
109. Con estos confina el Mechocan, prouincia apartada de Mexico cincuenta leguas. Tiene de circuyto ochenta. Es de las mejores tierras de la Nueua España: coge dos vezes en el año maiz y otras frutas diuersas; cria abundancia de algodon, seda, grana, miel, cera y ambar negra; es rica de oro y plata; y muy abundante de pesca, de donde tomò el nombre, porque Mechoacan significa "lugar de pesqueria". 
110. Son sus naturales hombres de grande ingenio, como se ve en las obras sutiles y curiosas que labran de pluma y de escultura. Es su lengua mas copiosa de bocablos que ninguna otra de los indios, y los que la entienden dizen ser muy elegante. Son de alta estatura, de buena complexion y de larga vida. 
111. En esta prouincia està la ciudad de Sinsonça [= Tzintzuntzan], cabeça antigua del reyno, y Pazcuar [= Pátzcuaro] y Valladolid [= Morelia], donde reside el Obispo. Por cima desta prouincia corre vn caudaloso rio, que despues de recebir otros doze, entra en vn lago llamado Cefalico [= Cuitzeo], que tiene cincuenta millas de circuyto, y saliendo dél, va con tortuosas bueltas y copiosas aguas, engendradoras de crocodilos, a entrar en el Mar del Sur. 
 
[p. 242] Perú 
193. Pero los reyes del Peru hizieron grandissimas fabricas; y entre ellas fueron los tambos, en los quales hazian prouision de sustento y armas para sus exercitos; y estos estauan de quatro en quatro leguas en los dos caminos reales que abrieron y allanaron estos principes: vno por lo llano y otro por las sierras; obras tan grandes que hizieron ventaja a las mas excelentes y costosas de los romanos y egipcios. 
194. Sus principales ciudades son Tarapata [= Tarapacá] con su puerto en veinte y vn grados; luego Arica; a la boca del rio y puerto de Quilca; y la tierra adentro la amena y deleytosa tierra de Arequipa, la qual està situada al pie de vn bolcan, goza de saludable ayre, de templança fresca, y florido y alegre suelo. Viene a su puerto la plata de Potosi y de [Río de] la Plata, y diuersas vituallas y mercaderias, y de alli parten con ello al Peru y a Panama. 
195. Luego se sigue el puerto de Hacari [= Acarí y su puerto Lomas] y la punta de San Nicolas, y Sangallan [= isla de San Gallán] y puerto de Pisco, donde se embarca el vino del Peru. Luego el puerto de Chincha, donde se embarca todo el açogue para todas las minas de Potosi y de Oruro y otras. Luego el puerto de Cañete y el Callao de Lima. 
196. Lima, que tambien se llama Ciudad de los Reyes, por auer tenido principio [el] dia de los Reyes, [el] año de 1530, està situada en la ribera de vn grande rio, dos leguas apartada del mar, donde tiene el puerto que llaman Callao [= guijarro = terreno de cantos rodados], llamado assi de vna isla que tiene enfrente. 
197. Està fabricada esta ciudad (la qual es de las mas ricas y mayores del mundo) con mucho arte, porque todas las calles principales de contratacion vienen a dar a la plaça [mayor] con proporcion y igualdad. Casi todas las casas tienen agua encañada del rio. 
198. Su ayre es templado. Està situada en doze grados y vn tercio. 
199. Reside en ella el arçobispo con su iglesia, el virrey y la audiencia real, y es cabeça assi del reyno como de todos los tratos y mercaderias dél
200. El valle desta ciudad es el mayor y mas abundante de todos los llanos: tan lleno de frutales, tan copioso de miesses y tan fertil de todas las cosas que la tierra produce, que parece [el] parayso.

viernes, 7 de abril de 2017

Homilías de Organyà y Llibre Jutge: texto y traducción


La nieve que había caído toda la noche daba un aire fantasmal a las montañas, campos y casas de Organyà. En medio de aquella blancura los árboles sin hojas alzaban sus brazos pidiendo tregua al cielo y solo el río Segre parecía correr con alegría. Era el Miércoles de Ceniza del año 1200 y dentro de la única nave de la pequeña iglesia de piedra se agolpaban de pie los fieles: adelante los nobles locales y sus familias con aire entre solemne y aburrido, detrás la masa popular con aire entre desconfiado y pasmado. Entre las nubes de incienso que todavía flotaban en el aire el prior de la colegiata de Santa María leía las lecturas bíblicas un poco más a prisa de lo que acostumbraba. Era un hombre devoto y experimentado, pero esa mañana estaba algo nervioso. Las palabras en latín explotaban ante los ojos inexpresivos de su audiencia. “In illo tempore ...” Por fin acabaron las lecturas y el prior tomó con emoción un libro con bella cubierta de cuero. Todavía olía a tinta fresca. La atención de la gente caía por segundos al ver otro libro. Algunos empezaban a hablar en voz baja. De pronto se oyó: “¡Seinors! Audir e entendre devem nostre Séiner”. Todas las cabezas se irguieron, pues esas palabras las entendían bien. Todos los ojos y las orejas buscaron al osado que en la casa de Dios alzaba la voz en lengua popular. “Tornad-vos a mi, zo dix nostre Séiner, ab tot vostre cor e ab tota vostra pensa”. Era el prior que leía el nuevo homiliario que acababan de copiar en el scriptorium del claustro. Los músculos de su austero rostro conservaban la sobriedad habitual, pero juraría que hubo un relámpago de sonrisa.
Vista actual de la iglesia de Santa María de Organyà. Foto de MarisaLR en Wikimedia Commons

Me he tomado muchas libertades en esta pequeña recreación: por el tipo de letra sabemos que las llamadas “Homilías de Organyà” fueron escritas entre final del s. XII y principios del s. XIII en el scriptorium de su colegiata, pero no sabemos con certeza ni en qué año ni en qué momento estuvo acabado; por otro lado, hay que decir que por esas fechas ya sería habitual predicar en las lenguas regionales, pues desde el s. IX se animaba a los predicadores a hacerlo así.
Veamos lo que decía el famoso canon 17 del concilio de Tours del año 813 (Mansi, Conciliorum nova collectio, v. 14, col. 85):

XVII. Todos nosotros hemos considerado que todo obispo tenga homilías que contengan las enseñanzas necesarias, con las que sus súbditos se instruyan, esto es, sobre la fe católica, de modo que puedan aprender sobre la recompensa eterna de los buenos y la condena eterna de los malos, también sobre la resurrección futura, el juicio final y con qué obras pueden ganar la vida eterna y con cuáles ser excluidos.
XVII. Uisum est unanimitati nostrae ut quilibet episcopus habeat homilias continentes necessarias admonitiones, quibus subiecti erudiantur, id est, de fide catholica, prout capere possint de perpetua retributione bonorum et aeterna damnatione malorum, de resurrectione quoque futura, et ultimo iudicio, et quibus operibus possit promereri beata uita quibusue excludi.
Y que se esfuercen en transmitir esas homilías públicamente en lengua vulgar románica o germánica, para que todos puedan entender fácilmente lo que dicen.
Et ut easdem homilias quisque aperte transferre studeat in rusticam romanam linguam aut theotiscam, quo facilius cuncti possint intelligere quae dicuntur.

Ya que la mayoría del clero no tenía una buena formación teológica ni retórica, los homiliarios (colecciones de homilías para las distintas festividades) tuvieron mucha difusión (hasta la actualidad se siguen publicando). Se escribieron en latín para los que tenían que enseñar al clero y en lenguas regionales para la predicación popular. A este segundo grupo pertenece las homilías de Organyà: no hay en ellas grandes vuelos teológicos, ni enrevesados artificios retóricos, sino que la doctrina es sencilla y expuesta en un modo fácil de entender, pero no deja de ser amena e impactante.
¿Por qué es tan importante esta obra? Aunque hay textos escritos en catalán, que son más antiguos, sin embargo esta obra descuella entre las antiguas por dos razones: porque es la más extensa pues (sin contar las palabras en latín) contiene unas 3590 palabras en un catalán con personalidad bien definida, y porque es la de mayor valor literario, en cuanto que todo lo anterior son documentos de tipo jurídico. Por todo ello es un magnífico retrato del grado de desarrollo alcanzada por la lengua catalana a principios del s. XIII.

El f. 1v del manuscrito de las homilías de Organyà
Veamos un pequeño ejemplo (aquí lo pongo en versión simplificada). El texto completo con introducción, notas y traducción puedes consultarlo en el enlace que dejo al final.

Homilía III, f. 4r, 1 - 16
Et enaprés d'aicò nostre Séiner posà la sua benedita mà sobre'ls uls del ceg e sempre él vit. El ceg qan ag vist, féd grans gràcies a nostre Séiner e segi'l en totes bones obres. E les compaines de_les gens qan videren lo tan gran miracle, feren grans gràcies e grans laudors a nostre Séiner.
Y después de eso nuestro Señor puso su bendita mano sobre los ojos del ciego y al instante él vio. Y cuando el ciego recuperó la vista, dio muchas gracias a nuestro Señor y lo siguió en todas las buenas obras. Y cuando la multitud de gente vio tan gran milagro, dieron muchas gracias y grandes loas a nuestro Señor.
Seinors, audid avetz del ceg qe nostre Séiner alumenà per la sua vertud e per lo poxeule qe'l ceg li fazie de mercé a clamar; perqè él no estave per los menazadors, qi'l volian fer calar; et él, on mas li menacaven, él màs cridave, aixi com odid avetz: “Ihesu, fili Dauid, miserere mei”.
Señores, habéis oído acerca del ciego que nuestro Señor iluminó por su poder y por el ruego que a gritos el ciego le hacía de misericordia; porque él no atendía a los que le reprendían, que le querían hacer callar; y él, cuanto más le amenazaban, más gritaba, así como habéis oído: “Jesús, hijo de David, apiádate de mí”.
Seinors, sapiatz qe aizò porta aital figura de tot pecador qi és en tenebres de mort e en cega de pecad e d'avoleza e de no fe. E per aizò, seinors, devem clamar mercè de dia e de nuit a nostre Séiner, qe él nos traga de tenebres de mort e de no fe, e'ns do alumenament de_la sua vertud.
Señores, sabed que eso contiene la representación de todo pecador que está en tinieblas de muerte y en ceguera de pecado, de maldad y de falta de fe. Y por eso, señores, debemos pedir merced de día y de noche a nuestro Señor, para que él nos saque de las tinieblas de muerte y de la falta de fe, y nos dé la iluminación de su virtud.
Aizeles gentz qi menazauen al ceg qe calàs porta figura dels fols penssamentz de_les cures d'aqest segle, qi'ns destorben en oracions e en bones obres. E per zo, seinors, fazam o nos aixi com lo ceg o fét, e trobarem misericordia ab nostre Séiner aixi com audid avetz per les paraules del sent evangelii.
Aquellas gentes que reprendían al ciego para que callase representan los pensamientos vanos de los cuidados de este mundo, que nos estorban en las oraciones y en las buenas obras. Y por eso, señores, hagamos así como hizo el ciego, y hallaremos misericordia en nuestro Señor tal como habéis oído en las palabras del santo evangelio.


Detalle del ms. 1109 de la Biblioteca del Monasterio de Monserrat, que contiene uno de los fragmentos del Llibre Jutge.

¿Y el Llibre Jutge? El llamado “Llibre Jutge” (mejor: “Llibre dels judicis”) son dos fragmentos de una traducción al catalán del código jurídico visigodo titulado “Liber Iudiciorum”. El más antiguo se estima que es de principios del s. XII y el otro de mitad del mismo siglo, por lo tanto mucho más antiguos que el manuscrito de Organyà, pero son más reducidos (solo dos folios) y representan un estadio más rudimentario pero bien definido de la escritura catalana.
Mi edición del texto del “Llibre Jutge” con introducción, notas y traducción, así como el de las Homilías de Organyà, puedes consultarlo en el siguiente enlace:
 https://magisterhumanitatis/lenguas-romanicas

lunes, 13 de febrero de 2017

El latín y el nacimiento de las lenguas romances

Muchas veces he mencionado que el latín es la madre de lenguas tan importantes como el castellano, italiano, portugués, francés y otras lenguas regionales como por ejemplo, por nombrar casos solo en España, el gallego, asturiano, aragonés, occitano y catalán. Veamos este tema más a fondo.
Los estudiosos están de acuerdo en que el derrumbe del Imperio Romano de Occidente (s. V) no solo provocó una fragmentación política entre las distintas provincias sino también lingüística. El Imperio romano había impuesto el latín en distintas regiones. Naturalmente estos pueblos, antes de la llegada de los romanos, tenían sus propias lenguas, con sus propias características. Por lo tanto es lógico suponer que, incluso mientras estuvo vigente el Imperio Romano, en cada región se hablaba el latín de un modo peculiar. Por ejemplo, España trajo el castellano a América, pero en cada región de América el castellano tiene una “personalidad propia”: argentinos, mejicanos y peruanos nos entendemos pero podemos claramente ver peculiaridades en el vocabulario y la pronunciación.
Pero las diversas invasiones bárbaras que arrasaron Europa no solo añadieron nuevos ingredientes de sonidos y vocabulario en cada región, sino que al aislar las regiones, crearon un cierto aislamiento necesario para que en que cada región creciese una variante distinta, es decir, una lengua romance. Por lo tanto a partir del s. V comienza lentamente a desgajarse del latín genuino (conservado por élites cada vez más pequeñas), otras formas populares, en que se introducen palabras bárbaras, se usa solo construcciones gramaticales sencillas y se van suprimiendo las declinaciones. Hay que tener en cuenta que entonces no existían escuelas abiertas para todos y por lo tanto solo unos pocos podían aprender a leer, escribir y hablar correctamente el latín. En nuestra época, en la que al menos la educación básica es accesible, muchísima gente lee con dificultad y comete muchos errores y tiene muchas dudas al escribir y hablar, y sobrevive con un pequeño vocabulario y un puñado de verbos y construcciones sencillas para comunicarse.
Entonces hubo una etapa entre el s. V y el s. IX en que en Europa el latín era la única lengua que poseía escritura, aunque la hablaban pocos; y por otro lado habían muchas lenguas (las formas rudimentarias de castellano, francés, etc.) habladas mayoritariamente en sus respectivas regiones pero que no se ponían por escrito. ¿Por qué no se ponían por escrito? Porque eran usadas por la gente común, sin instrucción y sin interés en temas como la teología, filosofía o historia. La sociedad medieval era una sociedad rural y las labores del campo y el cuidado de animales no exigía saber leer y escribir. Tampoco el estamento militar, nobles y príncipes solían tener educación y se valían de consejeros, ministros y escribanos para las tareas administrativas. Incluso la gran mayoría de monjes eran analfabetos y solían aprender de memoria los salmos y oraciones que necesitaban para sus rezos. Los pocos que tenían educación, la recibían en latín y la transmitían en latín, y durante siglos no vieron que hubiese necesidad de buscar otra vía.
Pero durante el s. IX-X esta dualidad se hizo insoportable en algunos campos. La leyes antiguas o nuevas estaban escritas en latín pero ni siquiera los funcionarios ni la pequeña nobleza lograban ya entenderlas, peor aún el pueblo llano. ¿Y de qué valen unas leyes que nadie entiende? Era necesario traducirlas. La teología se podía seguir escribiendo y debatiendo en latín, pero al pueblo había que hablarle en una lengua que entendiese ¿Cómo se podía catequizar y apartar al pueblo de herejías y supersticiones si se le hablaba en un latín que no entendían? Era necesario traducir las homilías. Los trovadores y juglares eran una de las pocas diversiones que tenía la sociedad de aquella época; ellos fueron forjando poemas y cantos en las lenguas que todos hablaban y entendían, por pura tradición oral fueron construyendo hermosos relatos sobre valerosos guerreros, poderosos magos, truhanes galantes, defensores de doncellas desvalidas. Tanto crecieron estas piezas que en cierto momento se temió que se perdieran. La única solución era ponerlas por escrito.
Dos trovadores: el duque Guillermo IX de Aquitania (1127) y la condesa Beatriz de Dia (s. XII). Los nobles que se inclinaron por la poesía y la música no tuvieron problema en poner por escrito sus obras en romance, muchas de las cuales han llegado hasta hoy. Imágenes de Wikipedia.
 Pero ¿cómo poner por escrito una lengua que nunca se ha escrito? En el s. IX los hermanos Cirilo y Metodio, que eran griegos bizantinos, fueron invitados a predicar el cristianismo en el reino de la Gran Moravia. Viendo que ese pueblo no tenía escritura, ellos crearon el llamado alfabeto glagolítico, inspirado en el alfabeto griego, para expresar los sonidos característicos de aquella lengua. Más tarde, a partir de ese invento, se forjó el alfabeto cirílico que es el que hasta hoy se usa en los pueblos eslavos. Otro caso. Cuando los españoles llegaron al Imperio Inca hallaron que las lenguas más difundidas eran el quichua y el aymara, pero no tenían escritura. Entonces muchos evangelizadores y cronistas empezaron a transcribir sus sonidos usando su propio alfabeto. El alfabeto latino también se ha usado para transcribir lenguas amazónicas, polinesias, etc.
En el caso de las lenguas romances no sabemos quiénes fueron los audaces pioneros que asumieron la tarea de “poner cara a los sonidos” de sus propias lenguas. Ellos sin duda fueron gente que eran instruidas y por lo tanto sabían latín, pero su lengua materna, que es la que uno ama más, fue romance; amaban la musicalidad de esa lengua naciente y se lanzaron al agua. Naturalmente también hubieron muchos que no se lanzaron al agua sino que cayeron en ella, es decir, escribanos y autoridades que por su oficio debían escribir, pero que muchas veces ya no tenían destreza para expresarse en latín, o tropezaban con situaciones, instituciones, nombres de lugares u objetos a los que no podían hallar una equivalencia en latín clásico: la tabla de salvación era escribir esa palabra o palabras en romance.
Por eso entre el s. IX-XI, por ejemplo en el caso del catalán, encontramos numerosos escritos de tipo jurídico (contratos, juramentos, pactos) en el que el latín aparece mezclado con términos y frases en romance.
Acuerdo entre el conde Artal y Roger Bernat

Un ejemplo de alto grado de mezcla vemos en este documento, fechado entre el 1094 - 1110, en el que se usa muchos términos latinos junto con catalanes pero es indudable que se piensa y se construye en catalán.
El conde Artal (II de Pallars Sobirà?) promete a Roger Bernat una solución legal o una compensación para un problema de límites de tierras. Por su parte Roger se compromete a servicio feudal tres días a la semana, a entregar una mula y una cota de malla valorada en 40 onzas, además de derechos sobre unos terrenos.

1 Hec est conueniencia quod facit Artall cum Roger Bernard in Mont-cortes, denante Artall, suo 2 filio.
1 Éste es el acuerdo que hizo <el conde> Artal <II> con Roger Bernat en Montcortès, en presencia de Artal <III>, 2 su hijo.
Et conuenit li Artall che_li pledeg lo_termen de Castilgon cum ipso comite; et 3 si non lo_pod guarir per directo, quod ille lo_li emende.
Y Artal promete que litigará por el término de Castillò <de Tor?> con el mismo conde; y 3 si no lo puede arreglar por derecho, que aquél se lo compense.
(otra traducción posible, suponiendo que Roger ha tomado tierras de Artal: si Roger no prueba en juicio sus derechos, deberá compensar a Artal).
Y Artal está conforme en que <Roger> le lleve a juicio por los límites de Castillò; y si 3 no lo puede arreglar por vía legal, que le compense.
Et Roger Bernard conuenit li ser- 4 uicio de illo castellano de Castilgon et de illos homines qua lo1 castello ab-erat establid, de die 5 lunis usque ad_die mercoris ad uespre, infra Palgars.
Y Roger Bernat le promete el ser- 4 vicio del castellano de Castillò y de los hombres que hubiera destacado en el castillo, del día 5 lunes hasta el día miércoles al ocaso, dentro <del término> de Pallars.
Et Roger Bernard donat le'n .I. als- 6 perg et una mula per XLª uncias, che manleua de Berenger Bernard, per co che acsi 7 li_o faca; et reddet li la conamina2 de Salass; et si la condamina uoluit tenere Artall, 8 faciat le'n_de emena ad laudamento de illos homines de_Salass aut reddat illi ipso pre- 9 cio quod suo patre li_dona.
Y Roger Bernat le entrega una cota de 6 malla y una mula por <valor de> 40 onzas, las cuales toma prestadas de <su padre?> Berenguer Bernat, para que así 7 lo haga; y le entrega la campiña de Salàs; y si Artal quiere tener la campiña, 8 que haga una compensación según acuerdo con los ciudadanos de Salàs o que le devuelva la misma su- 9 ma que su padre le entregó.
Et fuerunt ibi Mir Girbert et Mir Roger et Berenger 10 Bernard.
Y estuvieron ahí <como testigos> Mir Girbert, Mir Roger y Berenguer 10 Bernat.
11 Si g[n]um Artallo. Hislonza comitesa.
11 Fir ma de Artal <y> la condesa Aldonza.
1“lo castello” sobre el renglón
2“conamina” con la “i” corregida.

Para esta transcripción he usado el facsímil que aparece en Joaquim Miret i Sans, Antics documents de llengua catalana, p. 55 (lámina 4), Barcelona 1915. Los números en negrita indican el inicio de cada línea del documento.
Si quieres profundizar en el tema de cómo las lenguas romances fueron desarrollándose y separándose del tronco del latín y consultar el llamado Llibre Jutge y las Homilías de Organyà, que están entre los principales hitos del nacimiento de la lengua escrita en catalán, puedes hacerlo en este link.

viernes, 18 de septiembre de 2015

El "Liber gestorum" y el "Llibre dels fets" de Jaime I


Aunque desde el 2013 tenía en el cajón el proyecto de traducción de la monumental compilación titulada “Opus aureum” (véase entrada 9/10/2013: aureum-opus-un-tesoro-de-la-valencia), recién este verano he encontrado tiempo para poner manos a la obra.
Y la primera cosa que se presenta al empezar el “Opus aureum” es una porción de otra obra: la larga sección del “Llibre dels Fets” dedicada a la conquista de Valencia. Estuve tentado de pasar por alto esta sección, por dos razones: porque está escrita en catalán medieval y porque significaba alargar más un trabajo ya inmenso. Sin embargo (aquí tocaría decir que el buen rey Jaime I se me presentó en sueños y me rogó difundir su obra) al final más pesó el hecho que forma parte del “Opus aureum”, que la versión que ahí aparece ha sido menos estudiada, y que en general es una obra que todavía no ha recibido la atención y la difusión que su importancia merece.
Para llegar a un término medio opté por ocuparme del “Llibre dels fets”, pero solo en la sección expuesta en el “Opus aureum”, es decir, la parte relativa a la conquista de Valencia. Sin embargo, para saciar un mínimo de rigor y en vista de la penuria de fuentes libremente accesibles, antes de ocuparme del texto del “Llibre” en el “Opus aureum”, he visto conveniente publicar primero las ediciones en catalán más antiguas (solo la sección sobre la conquista de Valencia) y ofrecer algunas pinceladas sobre su versión latina. De modo que lo que se presentaba como un trabajo extra ha terminado por ser tres trabajos extras: 1) la versión latina del “Llibre”; 2) las ediciones catalanas más antiguas del “Llibre”; 3) la edición de la parte del “Llibre” expuesta en el “Opus Aureum”.

Prólogo de Pere Marsili, en el ms 64, f. 6r.

El ejemplar más antiguo que se conserva de esta obra está escrito en latín, obra del fraile dominico Pere Marsili, por orden del rey Jaime II (según declara el mismo Marsili, pero esa afirmación debe ser tomada con cautela).
El hecho que el ejemplar más antiguo que se conserva esté en latín llevó a algunos a sospechar que quizás la obra original no fue escrita en catalán, e incluso que el rey Jaime I no era su autor. Actualmente la abrumadora mayoría de estudiosos opina que el original fue escrito en catalán y que el rey Jaime I es su autor, aunque todavía algunos porfían que debió tener algún colaborador, cuyo grado de participación se discute.
La preeminencia del texto catalán no quiere decir que la traducción de Marsili sea superflua. Un estudio del Llibre, que prescinde del Liber, será deficiente. De hecho, actualmente todavía hay que profundizar más la relación entre el texto latino y el texto catalán, pues ambos textos pueden iluminarse recíprocamente.
Respecto al manuscrito original y al trabajo editorial que realizó, el mismo Pere Marsili nos deja claro que: 1) previo a su trabajo ya existía un texto en lengua vulgar; 2) no eran varios textos a partir de los cuales él crea una obra, sino una sola y única obra, ya acabada, pero en cierto desorden (quizás algunos folios sueltos y notas en los márgenes) y sin indicación de páginas o capítulos; 3) al existir un único ejemplar y en estado caótico la obra permanecía casi totalmente desconocida; 4) queda implícito que la primera, y fatigosa, tarea que realizó Marsili fue “poner en orden” el texto primigenio; 5) luego lo tradujo al latín, adornándolo y ampliándolo en cuestiones secundarias, y su versión latina la dividió en partes y la organizó por capítulos.

Jaime I, Liber gestorum, Prólogo de Pere Marsili, n. 5
5. Y aunque los reinos conquistados por él, arrancadas las zarzas de la infidelidad, sembrada la semilla viva de la fe católica, le elevan perpetuas alabanzas tanto divinas como humanas, y lo conservan perenne y felizmente en las mentes de sus gentes; sin embargo más razonable pareció a ojos del ilustrísimo señor Jaime II, rey de Aragón, Valencia, Cerdeña, Córcega, conde de Barcelona, abanderado, almirante y capitán general de la santa Iglesia romana, que las hazañas de su victoriosísimo abuelo, en tiempos antiguos reunidas de modo veraz pero en lengua vulgar, y depositadas en los archivos de la casa real para perpetua memoria de su éxito, fuesen hechas públicas, escritas en lengua latina, dividida por capítulos según la diversidad de temas, y que se trasladase a un único volumen histórico y ordenado cronológicamente, en el que se tejiese toda la serie de hazañas de dicho rey, su abuelo, y Dios sea alabado en su real brazo y en su gloriosísimo príncipe por los lectores.
5. Et quanuis regna per eum acquisita, euulsis infidelitatis uepribus, catholice fidei uiuo superseminata semine, eum perpetuis laudibus attollant diuinis pariter et humanis, et conseruent perenniter et feliciter in memoriam hominum; tamen ualde rationi consonum in oculis illustrissimi domini Iacobi Secundi, regis aragonum, Ualentie, Sardinie et Corsice comitisque Barcinone, ac sancte romane Ecclesie uexillarii, admirati et capitanei generalis, apparuit ut uictoriosissimi aui sui gesta, pristinis temporibus ueraci stilo sed uulgari collecta, ac in archiuis domus regie ad perpetuam sue felicitatis memoriam reposita, reducerentur in medium, atque latino sermone diserta, et per capitula iuxta conclusionum uarietatem distincta, unum historialem et cronicum redderent codicem, in quo tota dicti regis, aui sui, magnorum factorum texeretur series, et Deus in suo regali brachio ac gloriosissimo principe a legentibus laudaretur.

Y si todavía alguien dudase, tenemos el testimonio del ms. 1018 (que en todo se muestra fidelísimo al ms 64, que es el más antiguo en latín, pero que ha perdido los últimos folios) que nos transmite la conclusión final de la obra:

Jaime I, Liber Gestorum, Conclusión de Pere Marsili. Ms 1018, f. 192v.
Este libro fue traducido de lengua vulgar al latín, organizado en cuatro partes principales, y dividido en capítulos, por el antedicho fraile en la ciudad de Barcelona, reinando el ilustrísimo señor rey Jaime, rey de los aragoneses, de Valencia, Cerdeña y Córcega, conde de Barcelona, y abanderado, almirante y capitán general de la santa Iglesia romana, el año del Señor 1313, el 4º día antes de las nonas de abril (= 2 de abril).
Hic liber de uulgari in latinum translatus est, per quatuor sui partes principales distinctus, et in certa capitula diuisus est per dictum fratrem in ciuitate Barcinonae, regnante illustrissimo domino regi Iacobo, rege aragonum, Ualentiae, Sardiniae ac Corsicae, ac comite Barcinonae, ac sanctae romanae Ecclesiae uexillarum, almirantis et capitanei generalis, anno Domini millesimo trecentesimo tercio decimo, quarto nonas aprilis.

Queda claro entonces que un doble mérito corresponde a Marsili: 1) Haber devuelto su orden al texto primigenio catalán, lo cual facilitó que después pudiesen hacerse copias del texto original. 2) Su edición latina, aunque pierde el dinamismo narrativo (al cambiar el relato en primera persona por la tercera persona) y sus añadidos son casi siempre meramente retóricos, sin embargo algunas digresiones tienen información útil, en general sirve para confirmar o aclarar algunos pasajes del texto catalán y se debe reconocer que gracias a su trabajo esta obra se abrió al mundo erudito de entonces.
El prólogo en el ms 1018, f. 6r.

Un último apunte. Cuando Marsili realizó su edición, no solo se redactó un ejemplar (nuestro actual ms. 64), sino que se redactó otro ejemplar de lujo:

Carta de fray Pedro Marsili al rey Jaime II (ms 64, f. 5r)
Ilustrísimo señor rey Jaime, a vuestra regia majestad humildemente suplica fray Pedro Marsili que, siendo que la prudencia regia mandó escribir en pergamino este “Libro de las hazañas” de vuestro victoriosísimo abuelo, que este otro se entregue a fray Pedro, para que siempre esté en la biblioteca comunitaria del convento de Mallorca de los Frailes Predicadores, para que cuando el último día del año se celebre la fiesta anual de la conquista de la ciudad de Mallorca para gloria de Dios y digno recuerdo de su afortunadísimo príncipe de perpetua alabanza, los frailes, que en dicha solemnidad tienen que predicar ese día a todo el clero y el pueblo, puedan recurrir a esta obra e informarse cabalmente de la veracidad de esos sucesos.
Regie uestre magestati, illustrissime domine rex Iacobe, humiliter suplicat frater P[etrus] Marsilii quatinus, si regia circumspectio hunc "Librum gestorum" uictoriosissimi aui uestri in pergameno scribi mandauerit, hic detur ipsi fratri P[etro], ut semper sit in communi armario Fratrum Predicatorum conuentus mayoricensis, ut, quando de acquisitione ciuitatis mayoricensis ultima die anni annuum festum agitur ad Dei gloriam et sui felicissimi principis perpetue laudis dignam memoriam, fratres, qui in dicta sollempnitate habent illa die toti clero et populo predicare, ad hoc opus recursum habeant et de ueritate factorum plenius informentur.
En Cristo. In Christo.

Carta del rey Jaime II a fray Marsili (ms 64, f. 5r)
Nos y nuestra casa estamos, y debemos estar, agradecidos por vuestro servicio, fray Pedro. Gratum habemus, et habere debemus, uestrum seruicium, frater P[etre], et nos et domus nostra.
Y de inmediato ordenamos a nuestro tesorero que la presente obra sea escrita en pergamino y adornada con letras e ilustraciones doradas. Et nunc precipimus thesaurario nostro quod presens opus scribatur in pergameno et litteris et istoriis aureis rubricetur.

Al principio pensé que estas cartas indicaban que, además del humilde ms. 64, se había ejecutado un ejemplar de lujo para el rey Jaime II, y que a petición de Marsili el rey financiaba otro, igualmente de lujo, para los dominicos de Mallorca (que yo suponía que se trataba del ms. 40 del Arxiu de Mallorca). Un lectura más atenta me persuade que en la primera carta simplemente se menciona que ya se ha hecho un ejemplar regio y por consiguiente se ruega que el ms. 64 se devuelva a fray Marsili, y la segunda carta en realidad debe ser anterior y hace referencia a la orden del rey a realizar el ejemplar regio
Por lo tanto en 1313 se concluyó la redacción del ms. 64 y en 1314 se hizo un ejemplar de lujo para el rey Jaime II de Aragón. No hay certeza si el ejemplar que se mandó al rey de Mallorca en mayo de 1313 era una copia de la traducción de Marsili o una copia del arquetipo original.
Para acabar señalamos los 4 ejemplares latinos más antiguos que han llegado hasta nuestros días:
Ms 64 (a. 1314) de la Biblioteca Universitaria de Barcelona. Ha perdido los últimos (quizás 8 o 10) folios, desde el c. 45 de la cuarta parte hasta el final. Disponible on line.
Ms 40 (s. XIV) del Arxiu del Regne de Mallorca. Contiene solo el segundo libro y su respectiva traducción al catalán. Anotaciones marginales (realizadas entre 1505 - 1634) indican que fue usado para el “Sermón de la Conquista”. No disponible on line.
Ms S.I. - A. 76 - t. 2 (s. XIV) del Arxiu Capitular de Mallorca. Contiene solo el segundo libro y su respectiva traducción al catalán. No disponible on line.
Ms 1018 (s. XVI) de la Biblioteca de Catalunya. Texto completo. Disponible on line.
Naturalmente en mi traducción me valgo de los dos textos disponibles on line.

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