Todos
los cultores de la música antigua están familiarizados con la frase
Qui velatus facie, que da título al primer de un grupo de
motetes compuestos por el genial músico renacentista Josquin des
Prez (¿1455 - 1521). Lo que no siempre sabemos es el trabajo de
"deconstrucción y construcción" que hay detrás de muchas
composiciones de este tipo. En otros artículos nos hemos detenido en
analizar las variaciones de los textos (himnos, oraciones, antífonas)
a manos de teólogos y copistas medievales. Ahora quisiera detenerme en
analizar cómo los músicos también manejaron libremente los textos,
ordenándolos o recortándolos según las exigencias que les imponía
la creación musical.
Los
textos que usó Josquin para su ciclo de motetes están tomados de un
Officium de pasione Domini, que se había popularizado a
finales del s. XV, en parte porque se atribuía a san Buenaventura
(1221 - 1274), que supuestamente lo habría escrito a petición del
rey san Luis de Francia, pero hay buenas razones para colocarlo entre
los textos apócrifos del escritor franciscano (cf. Opera Omnia s.
Bonaventurae, a cura de Adolpho Peltier, Parisiis 1871, vol. 1, p.
lxxviii).
Este
Officium comprendía una serie de oraciones, salmos, himnos y
lecturas evangélicas que abarcaban desde el Matutinum, el
oficio que se rezaba antes del amanecer, hasta el Completorium,
el oficio que se rezaba antes de ir a dormir (el texto completo en
o. c., vol. 14, p. 155 - 161).
Josquin
usó para su composición musical solo algunos de los himnos
incluidos en el Officium y los coloca en un orden distinto al
original. Las alteraciones más patentes las encontramos en el motete
In flagellis, en el que mezcla versos del himno de vísperas y
de la hora sexta. También es muy llamativo que el motete Christum
ducem se haya colocado al final del ciclo, pues éste es el himno
que originalmente correspondía a las Laudes y por lo tanto, anterior
al himno Qui velatus facie, que pertenecía a la Hora prima.
Sin embargo el cambio no encaja mal porque en la obra de Josquin
queda como una oración conclusiva que abre al creyente la esperanza
de la gloria eterna, conseguida por la pasión de Cristo. Por último,
otro rasgo llamativo es la ausencia de la hora nona en la composición
de Josquin.
Verspottung
Christi (La burla a Cristo) de Jan Baegert (¿1465 - 1527?), en el
Stadtmuseum Münster, Alemania. Panel que originalmente pertenecía a
un altar retablo.
|
Entre
los manuscritos de este Officium, como es habitual, existen
algunas pequeñas divergencias en la escritura de algunos versos, y
de éstos con el texto usado por Josquin.
Las más llamativas son: el añadido al primer verso: [Tu], qui velatus facie..., y la ausencia del verso et penurias sustinuisti, la lectura alternativa de la 4ª estrofa (fac sitire, da venire, en lugar de fac nos ire et venire) y en la última estrofa (qua fidelis dare velis aeterna nobis gaudia en lugar de ac etiam dare velis beata nobis gaudia).
Las más llamativas son: el añadido al primer verso: [Tu], qui velatus facie..., y la ausencia del verso et penurias sustinuisti, la lectura alternativa de la 4ª estrofa (fac sitire, da venire, en lugar de fac nos ire et venire) y en la última estrofa (qua fidelis dare velis aeterna nobis gaudia en lugar de ac etiam dare velis beata nobis gaudia).
A
continuación presento el texto tal como lo propone Josquin, según
aparece en la colección de motetes de Ottaviano Petrucci (Motetti B,
1503), y coloco entre corchetes a qué hora canónica pertenecía
originalmente cada himno.
[Ad primam]
Qui velatus
facie fuisti
et penurias
sustinuisti,
sol iustitiae,
flexis illusus
genibus,
caesus quoque
verberibus,
te petimus
attentius,
esto nobis
propitius
et per tuam
clementiam,
perducas nos ad
gloriam. |
[En la hora prima] [Tú] que se te cubrió el rostro y soportaste penurias, sol de justicia, mofado por los que se arrodillaban y golpeado con una vara, te pedimos diligentemente que nos seas propicio y que por tu clemencia nos conduzcas a la gloria. |
[Ad tertiam]
Hora qui ductus
tertia
fuisti ad
supplicia,
Christe,
ferendo humeris
crucem pro
nobis miseris:
fac sic te nos
diligere
sanctamque
vitam ducere,
ut valeamus
requie
frui caelestis
patriae. |
[En la hora tercia] [Tú] que en la hora tercia fuiste conducido al suplicio, oh Cristo, portando al hombro la cruz por nosotros, miserables: haz que de tal modo te amemos y llevemos una vida santa que podamos en paz gozar de la patria celestial. |
[Ad vesperas]
In flagellis
potum fellis
bibisti
amarissimum.
Omni genti
recolenti
tuae mortis
supplicium,
da virtutem et
salutem,
Christe,
redemptor omnium.
[Ad sextam]
Honor et
benedictio
sit crucifixo
Filio,
qui suo
suplicio
nos redemit ab
inferno. |
[En vísperas] En el tormento una bebida de hiel amarguísima bebiste. A todo el pueblo que contempla el suplicio de tu muerte, dale fuerza y salvación, oh Cristo, redentor de todos. [En la hora sexta] Honor y bendición sean dadas al Hijo crucificado que con su suplicio nos redimió del infierno. |
[Ad vesperas]
In amara crucis
ara
fudisti rivos
sanguinis,
Iesu Christe,
Rex benigne,
consors paterni
luminis.
Sanguis
Christi, qui fuisti
peremptor
hostis invidi,
fac nos ire et
venire
ad cenam Agni
providi. |
[En vísperas] En el amargo altar de la cruz derramaste ríos de sangre, oh Jesucristo, rey benigno, copartícipe de la Luz paternal. Sangre de Cristo, que fuiste el aniquilador del enemigo envidioso haznos acudir y asistir a la cena del Cordero providente. |
[Ad
completorium]
Qui iacuisti
mortuus
in petra rex
innocuus,
fac nos in te
quiescere,
semperque
laudes reddere.
Succurre nobis,
Domine,
quos redemisti
sanguine,
et duc nos ad
caelestia
aeternae pacis
gaudia. |
[En la hora de completas] [Tú] que yaciste muerto en una roca, rey inocente: haznos descansar en Ti y dirigirte alabanzas por siempre. Socórrenos, oh Señor, a los que redimiste con sangre, y llévanos a los celestiales gozos de la paz eterna. |
[Ad laudem]
Christum ducem,
qui per crucem
redemit nos ab
hostibus,
laudet coetus
noster laetus,
exultet caelum
laudibus. |
[En laudes] A Cristo, el Guía, que por la cruz nos redimió del enemigo, le alabe nuestra gozosa asamblea que el cielo exulte con cánticos |
Poena fortis
tuae mortis
et sanguinis
effusio
corda terant,
ut te quaerant,
Iesu, nostra
redemptio. |
El hondo dolor de tu muerte y la efusión de tu sangre estrujen los corazones, para que te busquen, oh Jesús, redención nuestra. |
Per felices
cicatrices,
sputa,
flagella, verbera,
nobis grata
sint collata
aeterna Christi
munera. |
A través de tus benéficas cicatrices, escupitajos, azotes, golpes, se nos ha concedido los gratos dones eternos de Cristo. |
Nostrum tangat
cor, ut plangat,
tuorum sanguis
vulnerum,
in quo toti
simus laeti,
conditor alme
siderum. |
Que toque nuestro corazón, para que llore, la sangre de tus heridas, en la que todos nos regocijamos, oh indulgente Creador del firmamento. |
Passionis tuae
donis,
Salvator, nos
inebria,
ac etiam dare
velis,
beata nobis
gaudia. |
Con los dones de tu pasión embriáganos, oh Salvador, y también quieras darnos los gozos celestiales. |
Verspottung
Christi (La burla a Cristo) de un pintor alemán conocido como Meister von Messkirch, activo entre 1512 - 1540, en el National
Museum de Varsovia, Polonia.
|
El verso qui velatus
facie fuisti hace alusión al relato de la pasión (Mc 14, 65; Lc
22, 64) según el cual cubrieron el rostro de Jesús y le daban
bofetadas diciendo : "profetiza".
El verso flexis
illusus genibus
está inspirado en Mc 15, 18-19 que refiere que los soldados de
Pilatos se arrodillaban ante Jesús diciendo "Salve, rey de los
judíos".
El
verso qui
iacuisti mortuus in petra
alude al hecho que el sepulcro de Jesús estaba excavado en la roca
(Mt 27, 60; Mc 15, 46: in
monumentum, quod erat excisum de petra).
El
título Dux
atribuido a Cristo (Christum
ducem),
es poco usual pero tiene fundamento bíblico en Ex 13, 21; 15, 13; Dt 32, 12; Is 55, 4; Miq 5, 2.
En
el verso corde
terant,
tengamos en cuenta que el verbo tero
implica la idea de golpear y limpiar, en cuanto antiguamente se
lavaba la ropa golpeándola, usualmente contra una piedra: la sangre
de Cristo y el dolor de su muerte son el agua y la piedra en la que
el corazón del creyente se purifica.
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