Salvete amici : El mes de febrero era para los romanos un mes señalado por la celebración de ritos purificatorios y de la fertilidad que fueron unificados en las Lupercalia (13-15 de febrero) una fiesta que mezclaba sacrificios religiosos con otras celebraciones que más nos hubiesen parecido una especie de carnaval, pues, según nos cuenta Plutarco, se realizaba una carrera jocosa en la que incluso algunos magistrados corrían desnudos por la ciudad, golpeando con correas a la gente que se agolpaba a lo largo de su camino, especialmente a las mujeres jóvenes pues creían que así aumentaba su fertilidad (Plutarco, Caesar, 61, 1-2).
"Fiestas Lupercales" (c. 1635). Óleo de Andrea Camasei. Museo del Prado.
Cuando los emperadores cristianos prohibieron los ritos paganos las Lupercalia fue una de las fiestas que se continuó celebrando por su gran arraigo entre el pueblo. Finalmente en el gobierno del Papa Gelasio (492-496), a pesar de la oposición del Senado (PL 59, Gelasius I, Adversus Andromachum senatorem et ceterosque romanos qui Lupercalia secundum morem pristinum colenda constituebant), se prohibió definitivamente su celebración.
Quizás algunos de nosotros no tengamos un mes de febrero tan divertido pero siempre podemos hacer un paréntesis para trasladarnos a las calles de Roma a través de nuestra Harena Verborum.
Hace unos días conversando con unos amigos que pertenecen a una coral surgió el tema acerca de "la correcta pronunciación del latín". Todas las personas que cultivan el canto seguramente muchas veces se han visto en la situación de tener que interpretar piezas religiosas como el "Ave Maria", "Adeste, fideles", "Panis angelicum", etc., y a todos ellos seguramente alguna vez les ha asaltado la duda: ¿estaré pronunciando correctamente esto? Acudir a grabaciones no suele resolvernos la duda sino constatar que existe una diversidad que desorienta, con lo cual esto siempre queda como una espinita clavada para aquéllos que quieren hacerlo bien.
Ante todo tengamos en cuenta que existen dos grandes corrientes respecto a la pronunciación del latín:
1) La llamada pronunciación "eclesiástica" o "moderna", que se apoya principalmente en la tradición oral conservada ininterrumpidamente en la praxis de la iglesia católica, aunque, al nunca haber intentado normalizarse científicamente, ha sido influida por el italiano y el castellano.
2) La llamada pronunciación "restituta" o "clásica", que es fruto de una larga investigación filológica (sus inicios arrancan desde el Renacimiento), fundamentalmente impulsada por estudiosos alemanes e ingleses, que han tratado de descubrir la pronunciación de la llamada "edad de oro" latina (que suele situarse entre el s. I a.C. y el s. I d.C.: es la época de Lucrecio, Cicerón, Julio César, etc). Esa búsqueda fue impulsada en parte para combatir las evidentes deformaciones que se habían introducido en la escritura y pronunciación del latín durante la Edad Media.
Una tabla mostrando todas las diferencias entre ambas pronunciaciones puede consultarse en mi curso de latín:
"Annunciazione" de Fra Angelico (1395-1455), Museo del Prado, Madrid.
Dejando aparte el debate sobre la solidez de los argumentos filológicos en los que se apoya la pronunciación "clásica", mi opinión es que en la lectura de textos litúrgicos como el "Ave Maria", se debe usar la pronunciación "eclesiástica", pues en ese contexto se han originado y así se han transmitido, por lo cual sería artificial aplicarles la pronunciación "clásica".
Aunque los problemas con la pronunciación de
estas oraciones son puntuales, copiaré en la primera columna el
texto latino, en el segundo la pronunciación, dividido en sílabas.
Recordemos que las palabras de dos sílabas siempre llevan el acento
en la penúltima. En las palabras de más de 2 sílabas o dudosas
indico la acentuación en negrita. En la tercera columna pongo una
traducción que no pretende suplantar la oficial, sino simplemente
ayudar al lector a entender el sentido.
Ave
Maria
Texto
latino
Pronunciación
Traducción
Ave
Maria,
gratia
plena,
Dominus
tecum,
benedicta
tu in mulieribus,
et
benedictus
fructus
ventris tui, Iesus.
A-ve
Ma-ri-a,
grad-sia
ple-na,
Do-mi-nus
te-cum,
be-ne-dic-ta
tu in mu-lie-ri-bus,
et
be-ne-dic-tus
fruc-tus
ven-tris tu-i, Ye-sus.
Salve
María,
la
llena de gracia,
el
Señor está contigo,
bendita
tú entre las mujeres
y
bendito
el
fruto de tu vientre, Jesús.
Sancta
Maria, Mater Dei,
ora
pro nobis peccatoribus,
nunc
et
in hora mortis nostrae.
A-men.
Sanc-ta
Ma-ri-a, Ma-ter Dei,
o-ra
pro no-bis pec-ca-to-ri-bus,
nunc
et
in ho-ra mor-tis nos-tre.
A-men.
Santa
María, Madre de Dios,
ruega
por nosotros pecadores,
ahora
y
en la hora de nuestra muerte.
Amén.
Pater
Noster
Texto
latino
Pronunciación
Traducción
Pater
noster,
qui
es in caelis:
sanctificetur
nomen tuum;
adveniat
regnum tu-um;
fiat
voluntas tua,
sicut
in caelo et in terra.
Pa-ter
nos-ter,
cui
es in che-lis:
sanc-ti-fi-che-tur
no-men tu-um;
ad-ve-niat
re-ñum tu-um;
fi-at
vo-lun-tas tu-a,
si-cut
in che-lo et in te-rra.
Padre
nuestro,
que
estás en los cielos:
que
santificado sea tu nombre;
que
venga tu reino;
que
se haga tu voluntad
en
la tierra igual que en el cielo.
Panem
nostrum cotidianum
da
nobis hodie;
et
dimitte nobis
debita
nostra
sicut
et
nos dimittimus
debitoribus
nostris;
Pa-nem
nos-trum co-ti-dia-num
da
no-bis ho-die;
et
di-mit-te no-bis
de-bi-ta
nos-tra
si-cut
et
nos di-mit-ti-mus
de-bi-to-ri-bus
nos-tris;
Nuestro
pan cotidiano
dánoslo
hoy;
y
perdónanos
nuestras
deudas
así
como
también
nosotros perdonamos
a
nuestro deudores;
et
ne nos inducas
in
tentationem;
sed
libera nos a Malo.
Amen.
et
ne nos in-du-cas
in
ten-tad-sio-nem;
sed
li-be-ra nos a Ma-lo.
A-men.
y no nos dejes caer
en
la tentación;
sino
que líbranos del Maligno.
Amén.
Aquí agrego audio del "Padre nuestro" y el "Ave María" en latín
NOTAS:
La
expresión latina “gratia plena” traduce el participio pasivo
griego “kejaritomene” que en este caso funciona como un adjetivo.
En el contexto bíblico esa gracia se entiende que es la divina.
El adjetivo latino “cotidianum” (mejor que “quotidianum”) es la
traducción habitual del griego “epiousion”, que también puede
significar: lo necesario para vivir, o lo más esencial, en cuyo caso
se traduce en latín como “supersubstantialem”.
El verbo latino “inducas” traduce de modo pobre el griego
“eisenegkes” que significa “permitir entrar en”, “dejar sucumbir
a”, “dejar caer en”.