lunes, 27 de noviembre de 2017

La ceremonia de entronización papal según el Liber Censuum


Después de haber examinado en la entrada anterior la fábula sobre el examen genital de los futuros papas durante la ceremonia de su entronización, ahora toca leer una genuina descripción detallada de esa ceremonia tal como se realizaba en el s. XII y que ha llegado hasta nosotros en el “Liber Censuum” de Cencius.
Cencius fue canónigo de Santa María la Mayor, más tarde fue nombrado camarero papal en tiempos del papa Clemente III (1187-1191) y Celestino III (1191-1198). En 1192 empezó a recopilar y ordenar documentos administrativos y financieros relativos a los privilegios y prerrogativas de la Santa Sede, en especial una lista de aquellos obispados, monasterios, etc., que en toda la Cristiandad le debían pagar tributo, indicando las cantidades respectivas. Además de esta “Tabla de censos”, también reunió en su obra otras materias diversas: una lista de obispos y monasterios que tenían derechos o deberes especiales con la Santa Sede; copia de una descripción de los monumentos de Roma conocido como “Mirabilia Urbis Romae”; una obra litúrgica sobre las ceremonias pontificias titulada “Ordo Romanus”; copia de dos breves crónicas de vidas de los papas; y una colección de cartas y documentos relativos a cuestiones económicas y prerrogativas de la Santa Sede. Por lo tanto la obra de Cencius en parte es copia de otros autores, en parte reelaboración de obras ajenas y en parte trabajo propio. Tras la muerte de Cencius su obra sirvió a otros autores como punto de referencia en materia administrativa y financiera de la Santa Sede y en los siglos siguientes al corpus original se fueron añadiendo nuevos documentos.

Coronación de Pío III. Obra del pintor italiano Pinturicchio ( 1513) en la Catedral de Siena. Imagen de José Luiz Bernardes Ribeiro en Wiki Commons
 
A finales del s. XIX el erudito francés Paul Fabre ( 1899) emprendió la colosal tarea de editar no solo los dos mejores manuscritos (Vat.lat.8486 y Riccardianus 228) de la obra de Cencius sino todos aquellos manuscritos posteriores que contenían diversos añadidos. Por desgracia tras publicar los dos primeros fascículos la muerte le sorprendía a los cuarenta años de edad y dejó la tarea inconclusa. La tarea fue continuada y acabada eficazmente por el notable erudito francés Luois Duchesne ( 1922). La introducción y las notas de esa edición están en francés pero el texto está solo en latín.
A continuación traduzco aquella parte del “Ordo Romanus” en la que se habla sobre las ceremonias relativas a la elección y consagración del papa.



Liber Censuum, editado por Paul Fabre - Louis Duchesne, fasc. 3 (París 1905), p. 311 - 312.
LVIII. En qué modo se debe elegir al sumo pontífice. Y sea que sea elegido en la Urbe, es decir elegido y consagrado, o una vez electo venga a la Urbe sin consagrar, qué se debe hacer después.
LVIII. Quomodo debeat summus pontifex eligi. Et siue eligatur in Urbe, seu electus et consecratus, uel electus et non consecratus ad Urbem accedat, quid faciendum postmodum sit.

En la basílica lateranense los cardenales eligen al futuro papa
77. Después que el romano pontífice ha muerto y ha sido sepultado, todos los cardenales vuelven a sus casas según una antigua costumbre.
77. Mortuo romano pontifice et sepulto, omnes cardinales ad propria reuertuntur secundum antiquam [consuetudinem].
Pero al segundo día se reúnen en la iglesia, y tras cantar la misa de difuntos, todos del mismo modo se marchan según una antigua costumbre.
Secunda uero die conueniunt in ecclesia, et missa mortuorum cantata, omnes similiter secundum consuetudinem antiquam recedunt.
Al tercer día reunidos todos de nuevo en la iglesia y tras celebrar primero la misa del Espíritu Santo ahí mismo, tratan sobre la elección.
Tertia autem die iterum omnes in ecclesia congregati et missa Sancti Spiritus ibidem primitus celebrata, tractant de electione.
Y después que ha sido escrutada la voluntad de todos los cardenales por algunos de ellos mismos, a quien la mayor y mejor parte ha elegido el primero de los cardenales diáconos lo cubre con el pluvial rojo y le impone el nombre elegido por él mismo; y después dos de los más ancianos cardenales lo acompañan hasta el altar, donde adora postrado, mientras el primicerio con los cantores y los cardenales cantan el “A ti Dios te alabamos”.
Et perscrutata omnium cardinalium uoluntate ab aliquibus de ipsis, in quem maior et melior pars conuenerit cardinalium prior diaconorum ipsum de pluuiali rubeo ammantat, et eidem electo nomen imponit; ipsumque deinde duo de maioribus cardinalibus adextrant usque ad altare, ubi prostratus adorat, primicerio cum scola cantorum et cardinalibus cantantibus “Te Deum laudamus”.
Una vez hecho esto, es conducido por los cardenales obispos a la sede tras el altar, y en ella es colocado, tal como corresponde. Mientras está sentado en ella, el electo recibe a todos los obispos y cardenales, y los que él quiera, para [que le besen] los pies después del beso de la paz.
Quo facto, ab episcopis cardinalibus ad sedem ducitur post altare, et in ea, ut dignum est, collocatur. In qua dum sedet, electus recipit omnes episcopos et cardinales, et quos sibi placuerit, ad pedes postmodum ad osculum pacis.

El elegido es presentado ante el pueblo para ser aclamado
78. Y alzándose de la sede es conducido por los cardenales a través del pórtico a una sede pétrea, la cual se llama “sede estercolada”, la cual se halla en el atrio de la basílica del Salvador del patriarcado Lateranense; y en ella los mismos cardenales sientan al elegido de modo honorífico, para que de verdad se diga: “Elevando al necesitado del polvo, y alzando al pobre del estiércol, para que se siente con los príncipes, y ocupe un trono de gloria”.
78. Surgensque de sede ducitur a cardinalibus ad sedem lapideam, per porticum, que sedes dicitur “stercorata”, que est ante porticum basilice Saluatoris patriarchatus Lateranensis; et in ea eumdem electum ipsi cardinales honorifice ponunt, ut uere dicatur: “Suscitans de puluere egenum, et de stercore erigens pauperem, ut sedeat cum principibus, et solium glorie teneat”. [I Sam 2, 8].
Después de un momento, poniéndose de pie junto a dicha sede el electo recibe de manos del camarlengo tres puñados de monedas, y los arroja [al pueblo] diciendo: “No tengo plata y oro para mi deleite, sino que lo que tengo, te lo doy”.
Post aliquantulam horam, stans iuxta eamdem sedem electus accipit de gremio camerarii tres pugillatas denariorum, et proicit dicens: “Argentum et aurum non est mihi ad delectationem, quod autem habeo, hoc tibi do”.
Entonces recibe al electo el deán de la basílica del Salvador del patriarcado Lateranense con uno de los cardenales o uno de los canónigos. Y mientras van por el antedicho pórtico junto a la misma basílica del Salvador [el pueblo] proclama: “San Pedro ha elegido a nuestro señor Celestino”.
Tunc autem accipit ipsum electum prior basilice Saluatoris patriarchatus Lateranensis, cum uno de cardinalibus uel uno de fratribus suis. Uenientibus autem per eumdem porticum iuxta ipsam basilicam Saluatoris adclamatur: “Domnum Celestinum sanctus Petrus elegit”.
Y así es llevado por ellos hasta las escaleras de la puerta, la cual es la entrada del palacio yendo desde la iglesia al palacio; y ahí los notables del pueblo, que reciben al elegido, lo conducen a través del palacio hasta la capilla de San Silvestre.
Sicque ducitur ab illis usque ad gradus porte, que uidelicet porta est introitus palatii uenientibus de ecclesia ad palatium ipsum; ibique iudices, eumdem electum accipientes, ducunt eum per palatium usque ad basilicam sancti Siluestri.

El elegido toma posesión del palacio Lateranense
79. Cuando ha llegado ante esta capilla, sobre cuyo arco, que se sostiene en dos columnas de pórfido, hay una imagen del Salvador (la cual en otro tiempo al ser golpeada por un judío derramó sangre de la frente, tal como hoy se ve), el electo se sienta a la derecha en la sede porfídica, donde el rector de la capilla de San Lorenzo le da la vara palaciega, que es signo de gobierno y corrección, y las llaves de esta basílica y del sacro palacio Lateranense; ya que a Pedro, príncipe de los apóstoles, de modo especial se le dio la potestad de cerrar y abrir, de atar y desatar, y a través de él a todos los romanos pontífices.
79. Ubi uero uentum est ante basilicam ipsam, super cuius arcum, qui sustentatur de duabus columpnis porfireticis, est ymago quedam Saluatoris (que a quodam iudeo percussa olim in fronte sanguinem emisit, sicut hodie cernitur), idem electus sedet ad dexteram in sede porfiretica, ubi prior basilice sancti Laurentii de palatio dat ei ferulam, que est signum regiminis et correctionis, et claues ipsius basilice et sacri Lateranensis palatii; quia specialiter Petro principi apostolorum data est potestas claudendi et aperiendi, et ligandi atque soluendi, et per ipsum apostolum omnibus romanis pontificibus.
Y con esa vara y llaves pasa a la otra sede que es igual y de la misma piedra; y entonces devuelve al rector tanto la vara como las llaves. En esa sede, tras una breve pausa, el rector le ciñe un cinturón rojo de seda, en el cual cuelga una bolsa púrpura, en la cual hay doce sellos de piedras preciosas y [un frasco de] almizcle.
Et cum ipsa ferula et clauibus accedit ad alteram sedem similem et eiusdem lapidis; et tunc reddit eidem priori tam ferulam quam et ipsas claues. In qua dum aliquantula mora pausat, cingitur ab eodem priore zona rubea de serico, in qua dependet bursa purpurea, in qua sunt XII sigilla pretiosorum lapidum et muscus.
En verdad el electo debe sentarse en aquellas dos sedes como si se pusiese entre dos altares, o sea como si se sentase entre el primado de Pedro príncipe de los apóstoles y la predicación de Pablo maestro de las naciones. Con el cinturón se representa la continencia de la castidad, con la bolsa el cofre del que se nutren las viudas y pobres de Cristo. Con los doce sellos se significa la potestad de los doce apóstoles; el almizcle se incluye para perfumar, tal como dice el apóstol: “Para Dios somos el buen olor de Cristo”.
Qui siquidem electus illis duabus sedibus sic sedere debet, ac si uideatur inter duos lectulos iacere, id est ut accumbat inter principis apostolorum Petri primatum, et Pauli doctoris gentium predicationem. In zona notatur continentia castitatis, in bursa gazophylacium, quo pauperes Christi nutriantur et uidue. In XII sigillis XII apostolorum potestas designatur; muscus includitur ad percipiendum odorem, ut ait apostolus: “Christi bonus odor sumus Deo”. [2 Cor 2, 15].
Mientras está sentado en esta segunda sede el electo recibe a todos los oficiales de palacio a sus pies y después para que le besen [los pies]. Y después, sentado ahí mismo, recibe de manos del camarlengo denarios de plata por valor de 10 sólidos de Campania y los arroja al pueblo; esto lo hace tres veces, diciendo: “Ha repartido, ha dado a los pobres, su justicia permanece por siempre”.
In qua secunda sede dum sedet electus, recipit omnes officiales palatii ad pedes, et postea ad osculum. Et deinde sedens ibidem recipit de manu camerarii denarios argenteos ualentes X solidos prouenienses et proicit eos super populum; hoc facit tertio, dicendo: “Dispersit, dedit pauperibus, iustitia eius manet in seculum seculi”. [Sal 112, 9].

El elegido se retira a sus aposentos privados
80. Hechas estas cosas, es conducido por el mismo pórtico bajo las imágenes de los apóstoles (que por mar vinieron a Roma por sí solas), y entra en la capilla de san Lorenzo, en la cual después de realizar una larga oración ante su altar personal, se dirige a la cámara papal, donde tras descansar según su voluntad, se dirige a la mesa.
80. Istis peractis, ducitur per ipsam porticum sub yconas apostolorum (que per mare Romam uenerunt nullo ductore), et intrat basilicam Sancti Laurentii, in quam postquam peregerit prolixam ante proprium et speciale altare orationem, pergit ad papalem cameram; ubi cum pro sua uoluntate pausauerit, pergit ad mensam.

Ceremonia de consagración en la basílica de San Pedro
81. Después de esto, al domingo siguiente el electo con todos los estamentos del sacro palacio y los nobles romanos va a la iglesia de San Pedro, y ante el altar mayor, tal como está en el ritual, es consagrado ante todo por el obispo de Ostia y otros obispos de la curia; pero esto añado: que si quizás el obispo de Ostia no estuviese presente, debe participar en la consagración el archipresbítero de Ostia o Velletri.
81. Post hec autem in proxima die dominica electus cum omnibus ordinibus sacri palatii et nobilibus romanis uadit ad ecclesiam Beati Petri, et [ad] altare maius, prout in ordine continetur, ab episcopo hostiensi specialiter et aliis episcopis de curia consecratur; hoc addito: quod si forte episcopus hostiensis presens non fuerit, archipresbyter hostiensis seu uelletrensis interesse debet consecrationi.
Una vez acabada la consagración, el rector de la sagrada basílica de San Lorenzo pone la capa sobre el altar, la cual el rector debe colocar con sus propias manos; y de inmediato el archidiácono con el segundo diácono lo dan al pontífice; y solo el archidiácono dice al pontífice: “Recibe la capa, es decir la plenitud del oficio pontifical, en honor de Dios omnipotente y de la gloriosísima Virgen, su Madre, y de los santos apóstoles Pedro y Pablo y de la santa Iglesia romana” y nada más.
Qua consecratione finita, prior Sancti Laurentii sacri palatii ponit palleum super altare, quod ipse prior propria manu debet parare; et statim archidiaconus cum secundo diacono dant in manu pontificis; et solus archidiaconus dicit pontifici: “Accipe palleum, plenitudinem scilicet pontificalis officii, ad honorem omnipotentis Dei et gloriosissime Uirginis, eius Genitricis, et beatorum apostolorum Petri et Pauli et sancte romane Ecclesie” et nichil aliud.
Y de inmediato el mismo archidiácono con el rector de la basílica colocan la capa sobre el pontífice, metiendo tres alfileres de oro, delante, atrás y a la izquierda, en la cabeza de los cuales hay tres zafiros. Y así engalanado el pontífice se acerca al altar, y ahí celebra solemnemente la misa.
Statimque ipse archidiaconus cum priore basilicario aptat idem palleum super pontificem, intromissis spinulis aureis tribus, ante et retro et sinistro later, in capite quarum sunt innixi tres iacinthini lapides. Et sic ornatus accedit pontifex ad altare, et ibi celebrat honorifice missam.

Las ceremonias de entronización pontificias han ido variando a lo largo de los siglos. El siguiente video muestra la elección y presentación al pueblo tal como se realizaba a mitad del s. XX.