viernes, 18 de diciembre de 2015

Crucigrama gigante de Navidad

Nuestra "Harena Verborum" se viste de gala en estas fiestas de Navidad y ha preparado unos juegos que por su dificultad solo son aptos para los corazones más intrépidos y las mentes más penetrantes: el Crucigrama Gigante de Navidad, que se presenta como una mole inexpugnable, como un coloso difícil de abatir.
Todo está dispuesto y el público ya ruge en las tribunas. En soledad el esforzado y paciente combatiente revisa por última vez sus armas ofensivas y defensivas, mientras que prepara su mente para lo que le espera. Afuera solo le queda un camino: que "omnia ferro populetor et igni".

Biblioteca Nacional de Francia, Ms fr. 343, f. 15v : La búsqueda del santo grial y la muerte de Arturo


Enlace al archivo en Open Office (para resolverlo en tu ordenador)
https://1drv.ms/u/s!AtHl5SZqDiVbgkwZlhauxEIkja2k?e=iwzzMD




jueves, 17 de diciembre de 2015

Cómo se dice en latín: Feliz Navidad


A los que estudiamos latín nos preguntan de vez en cuando: “y en latín cómo se dice ....” Por ejemplo, ahora que se acercan las fiestas de Navidad y Año Nuevo, algunos preguntan cómo sonaría el popular saludo en latín.
Ya que creo que “mejor que dar un pescado, es dar una caña de pescar”; por lo tanto en lugar de simplemente poner un par de fórmulas para este caso, quisiera subrayar algunos puntos que el estudiante tiene que tener en cuenta para traducir cualquier frase del castellano al latín.

Imagen de la Koninklijke Bibliotheek (National Library of the Netherlands)

1.- Recordad las declinaciones (en especial el vocativo): aunque las declinaciones están entre las primeras cosas que aprende el estudiante, sin embargo fácilmente se olvidan a la hora de traducir, y usamos los sustantivos latinos como los castellanos que la única mutación que conocen es entre singular y plural: el rey - los reyes; y en los adjetivos se añade además la posibilidad de masculino y femenino: blanco, blanca; blancos - blancas.
Felizmente el nominativo y el vocativo en latín coinciden en la 1º, 3ª, 4ª y 5ª declinación, pero debemos estar atentos cuando pisamos el terreno de la 2ª declinación. Por ejemplo la invocación. “¡Señor, sálvame!” se debe traducir con un “Domine!”, y no con un “Dominus!", ya que en esta declinación debemos distinguir ese matiz.
El vocativo no es una simple aposición, (pues sino se disolvería en el nominativo) sino que aporta un matiz que se debe conservar. Y pensemos que en los saludos, felicitaciones, etc, está presente la apelación al destinatario, unida por lo general a un matiz de admiración, de exclamación, que en castellano solo puede expresarse con los signos ¡!
El vocativo, al apelar directamente al interlocutor, transmite un matiz, una fuerza y un color especial: “Care fili!” = “¡Querido hijo!”

2.- Distinguir entre un nominativo y un vocativo no es otra cosa que aplicar el análisis gramatical, el cual debe tenerse en todo momento. Por ejemplo, si quiero decir: “Te deseo una larga vida”, debemos analizar: yo deseo una larga vida a ti (S + V + OD + OI).
Por lo tanto, traducimos: “(ego) exopto tibi longam vitam”. (Nom + V + dat + acus). Y si añadimos un vocativo:
"Care amice, exopto tibi longam vitam" = "Querido amigo, te deseo una larga vida".
Recuerda que en latín el orden puede variar con mucha libertad: “Longam vitam, care amice, tibi exopto”.

3.- En castellano usamos con frecuencia diversos tipos de oraciones subordinadas que requieren un nivel avanzado de latín. ¿Solución? Simplificarlas:
“Anhelo que llegues pronto” = “exopto proximum adventum tuum”.

“Espero que logres lo mejor” = “exopto tibi omnia optima”.

4.- Mirad a fondo en el diccionario el significado de las palabras que vais a usar. No hay que dejarnos llevar fácilmente por la similitud de escritura. Por ejemplo, nosotros solemos usar la palabra “feliz” en el sentido de plenitud o satisfacción física y sicológica. Esta idea en latín más encaja con “beatus” que con “felix”, pues aplicado a las personas, “felix” tiene más la idea de afortunado, persona con buena suerte, que le va bien, destacado en su materia.
Por lo tanto para expresar ese bienestar diremos:
“Quiero que seas feliz” = “Volo te beatum esse”; o si es a una mujer: “Volo te beatam esse”.
Si quiero augurar buena fortuna:
“Deseo que seas afortunado/ tengas buena suerte/ que te vaya bien” = “Opto te felicem fore”.
Muchas veces “feliz” en castellano lleva la idea de alegría, en ese caso tenemos en latín los adjetivos “laetus, -a, -um” y “gaudens, -tis”. Por ejemplo:
“Te deseo un feliz cumpleaños” = “Exopto tibi laetum natalem diem”.

“¡Feliz cumpleaños! = “[Exopto tibi] Gaudentem natalem diem!” = “[Exopto tibi] Laetum natalem diem!”

5. En el caso de los verbos la atención debe ser máxima, no solo por el significado, sino también por la construcción: no todos admiten objeto directo (acusativo) sino que exigen “ut” + subjuntivo, u oraciones infinitivas. Veamos algunos verbos que nos pueden ser útiles para construir saludos:

“Spero amorem nostrum omnia victurum esse” = “Creo que nuestro amor vencerá todo”.

“Spero amicitiam nostram sempiternam fore” = “Tengo la esperanza que nuestra amistad será eterna”.

“Cupio vinum bibere” = “Deseo beber vino”. El verbo “cupio” indica la inclinación natural, la involuntaria, una pasión o un deseo vicioso.
“Volo te ducere uxorem” = “Quiero casarme contigo”. El verbo “volo” indica la firme expresión de la voluntad racional. En subjuntivo presente (velim) indica un deseo realizable. Con el subjuntivo imperfecto (vellem) se indica un deseo irrealizable.
“Opto vivere tecum” = “Quiero vivir contigo”. El verbo “opto” expresa una libre elección o un deseo deliberado. El verbo “exopto” subraya la fuerza de ese deseo.
Si sientes que no dominas a fondo las diversas reglas de estas construcciones, es mejor buscar una forma simplificada de expresar lo mismo.

6. ¿Y nuestro saludo de Navidad y Año Nuevo? Podemos usar algunas de estas fórmulas:

“Laeta Christi nativitas!” = “¡Oh feliz Navidad!”
"Laeta Christi nativitas, quae corda fidelium suavi pace imples, ignem fidei accende" = "Oh feliz Navidad, que llenas de dulce paz los corazones de los fieles, enciende el fuego de la fe".

“Exopto tibi (vobis) gaudentem Domini nativitatem” = “Te (os) deseo una feliz Navidad”.

“Fauste Anne Nove!” = “¡Oh feliz Año Nuevo!”

“Antonio et Pilar, exoptamus vobis faustum annum novum MMXVI” = “Antonio y Pilar, os deseamos un próspero año nuevo 2016”. Los nombres puedes dejarlos en castellano.
“Exopto proximum annum tibi faustum fore” = “Anhelo que el próximo año te vaya todo bien”.

“Oro Dominum ut valeas proximo anno MMXVI” = “Rezo al Señor para que goces de buena salud durante el nuevo año 2016”.

“Haec Christi nativitatis salutatio pacis et laetitiae nuntius sit” = “Que este saludo de Navidad sea mensajero de paz y alegría”.

Ahora crea tus propias combinaciones. Recuerda que “nativitas” no significa “Navidad”, sino simplemente “nacimiento”, por lo cual es conveniente especificar “Domini” o “Christi”. Año 2016 es "annus bis millesimus sextus decimus" que se debe declinar según su posición en la oración.

Imagen de la Koninklijke Bibliotheek (National Library of the Netherlands)



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EXOPTANT OMNIBUS LECTORIBUS

GAUDENTEM CHRISTI NATIVITATIS DIEM

ET

FAUSTUM ANNUM NOVUM MMXVI