lunes, 17 de diciembre de 2012

El cronista de Isabel regina Castellae et Legionis


La exitosa serie de TVE "Isabel" (protagonizada por Michelle Jenner) ha conseguido atraer la curiosidad pública hacia los personajes y las intrigas políticas de la Península en el s. XV. Naturalmente tal suceso no podía pasar desapercibido para nuestro blog de latín, pues aunque existen numerosos escritos en castellano de historiadores de la época, sin duda entre las obras más importantes y seguramente la menos conocida se encuentran la Gesta Hispaniensia (Décadas) escrita en latín por el notable humanista español Alfonso de Palencia (1424 - 1492).
Su obra está dividida en 4 partes (que él llama decas), cada una consta de 10 libros, que a su vez están divididos en 10 capítulos cada uno, pero de la Década IV sólo nos ha llegado hasta el cuarto libro.
Su testimonio es de gran valor porque primero fue secretario y cronista de Alfonso IV entre 1456 - 1468. De él se apartó cuando se declaró partidario del infante Alfonso, tras cuya muerte se integró en el círculo de partidarios de Isabel, trabajando activamente por su causa. Tras la coronación de Isabel desempeño el cargo de cronista y diversas misiones hasta que en 1480 se apartó de la corte.
Se trata pues de un testigo privilegiado que no sólo presenció sino también participó en muchos de los acontecimientos que relata. Además Palencia escribió esta obra cuando ya estaba fuera de la Corte y con el firme propósito de mostrar los hechos y personajes sin el maquillaje de los escritores cortesanos y aduladores, tal como él mismo nos dice en el Prólogo de su obra [p.1-b]:

... pero un aguijón no leve me empuja a escribir, cuando veo encumbrados por príncipes indignos a viles aduladores, que con la pluma se esfuerzan igualmente por ensalzar con loas lo ínfimo y ocultar con colorete las infamias, que de palabra reconocieron dignas de condena, o las relatan con disimulo.
... vero superaddit ad scribendum irritatio haud lenta, quum videam subductos a Principibus indignissimis assentatores pravos, qui nihilominus calamo nitantur cum laudibus efferre infima turpiaque celare fuco, quam verbo vituperanda comprobarunt vel dissimulatione texerunt.
Pero yo me encargaré de suprimir esa clase de corrupciones con la verdad misma.
Quod quidem perversionis genus ipsa veritate abolendum curabo.

De hecho, aunque los historiadores de la época tomaron su obra como principal fuente para los años de conflicto entre Enrique IV y su hermanastra Isabel, sin embargo por su atrevimiento en denunciar a los más poderosos, su obra fue relegada al olvido y recién en el s. XX ha comenzado su estudio científico. Por desgracia, de esta obra maestra sólo se conservan pocos ejemplares antiguos, y los que pueden consultarse on line en la Biblioteca Digital del Patrimonio Iberoamericano, no son los testimonios más importantes.
Ediciones críticas del texto latino y con traducción al castellano sólo existen de la Década IV (José López del Toro († 1972), 2 volúmenes publicados en1971 y 1974 por la Real Academia de la Historia. Y la edición de la Primera Década por Brian Tate († 2011) y Jeremy Lawrance, publicado en 2 volúmenes en 1999 por la Real Academia de la Historia.
"La Virgen de la mosca" (finales del. s. XV, en la colegiata de s. María la Mayor, Toro, Zamora). Se piensa que la joven a los pies de la Virgen representa a la reina Isabel. Se atribuye al pintor Michael Sittow († 1525), que trabajó en la corte española.
A continuación les presento unos fragmentos de la Segunda Década, en los que Palencia relata la coronación de Isabel, en la cual él participó. El texto latino está tomado del Manuscrito 1636 (entre el s. XVI - XVII) de la Biblioteca Nacional de España. Este manuscrito es el único on line que contiene completo el capítulo del que extraigo el fragmento, pues el Mss 1741 (anno 1774) sólo contiene un resumen fragmentado. Lamentablemente la caligrafía del copista del Mss 1636 es bastante descuidada, por lo cual he omitido algunas secciones en las que no estaba seguro del tenor del texto.

Capítulo Décimo.
Aviso de la repentina muerte del rey Enrique, cuarto con este nombre en los reinos de Castilla y León. Y la repentina entronización de la reina Isabel.
Caput Decimum.
Repentinae denuntiatio mortis Henrrici regis quarti huius nominis in regnis Castellae et Legionis. Et reginae Elizabeth repentina sublimatio.
[....]    a la hora tercia después que expiró Enrique lo hicieron saber al arzobispo, el cual de inmediato envió una carta al rey Fernando, que estaba en Zaragoza. A la reina otros se apresuraron a informarle.  [...]
[.....] hora tertia postquam expirauit Henrricus certiorem facerent archipraesulem, qui continuo literas dedit ad regem Fernandum Cesaraugustae permanente. Ad reginam alii certiorem reddendam festinarunt. [....]
Se erigió en la plaza un estrado elevado que la multitud rodeaba por todos lados de modo que los nobles estaban por todas partes rodeados de la multitud. Y de allí, después de la ceremonia fúnebre con ropa de luto, apareció de improviso la reina, ceñida con vestidos preciosísimos, relucientes de gemas y oro, con la gracia de una belleza floreciente, por la que se reconoce a una persona insigne.
Erecta est in foro tabulata celsa quae strues circumspecta quodlibet ex latere ut undique principales essent circumstanti multitudine prospectens. Exindeque post funebres ceremonias maestitiae habitu, apparet repente regina amicta uestibus praeciossisimis, gemmis auroque fulgentibus, augente decorem pulchritudine, qua noscebatur insignis.
Al mismo tiempo resonó el clamor de trompetas con añafiles, tambores e instrumentos de diverso sonido.
Tubarumque clangor personabat simul cum tibiis, tympanis et instrumentorum sonoritate diuersa.
A continuación en voz alta se hizo a la nobleza y a todo el pueblo las proclamas a la entronización de la ilustrísima reina Isabel. Luego ella se dirigió hacia la iglesia, cabalgando un caballo decorado con arreos y aparejos, yendo delante una comitiva de nobles y detrás la muchedumbre del pueblo.
Subsequitur uox alta feci alium pronuntiantium nobilitati atque omni populo sublimationem illustrissimae Elizabet reginae. Deinde incedit ecclesiam uersus, uecta [p.383-a] equo faleris ephigiisque ornato, praecedente commitiua nobilium atque subsequente multitudine uulgi.
Y para indicar el poderío de la reina, [....] la precedía solo el caballero Gutiérrez de Cárdenas, llevando en la diestra una espada en alto con la parte de la punta oculta en la vaina, de modo que todos viesen la empuñadura, y de ahí según la costumbre española, todos, incluso los más lejanos, supieron que ella podía castigar a los criminales con potestad regia.
Et ad indicandam reginae potentiam, [....], praecedebat eam eques tantum Gutierrez de Cardenas dextera ensem a parte cuspidis abditae uagina ferens in sublimis, ita capulum omnes intuerentur, eoque more hispano cuncti, etiam remotiores adesse, eam scirent quae punire sontes regia cum auctoritate posset.
[....] murmuraban muchos varones leales y no ignorantes, porque aquella mujer neciamente quería ostentar, como si fuesen suyos, las insignias del marido; pero [....] a estos les decían que era legal lo que hacía, porque la herencia de los reinos de ningún modo pertenecía al rey Fernando sino solo a la reina Isabel.
[....] insusurrabant plerique bonae mentis uiri haud ignari quia stolide haec mulier ostentari uellet praesse, fore sui, insignia mariti; sed [....] his dicentium, recte id factum, quod hereditas regnorum minime regi Fernando sed solummodo reginae Elizabet pertineret.
Alfonso de Palencia, Gesta Hispaniensia, Decas II, liber XX, cap. 10 (Mss 1636, p. 382a - 383a).


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